Os invitamos a viajar por este hermoso país que no nos permitió, en nuestro primer viaje, dejar de planear la vuelta. Diversas circunstancias han hecho que no se haya dado la ocasión hasta 3 años después pero valía la pena esperar.
Esta vez, aunque la experiencia anterior de viajar hasta Oslo en coche fue muy satisfactoria, decidimos probar una nueva forma de hacer y con algo de pena abandonamos nuestro coche, que tantas satisfacciones nos ha dado para embarcarnos en diferentes alternativas. En primer lugar comentaremos la que da nombre a esta entrada Ryanair, que me ha provocado los mayores dolores de cabeza durante los últimos días para completar un puzzle en lo que a equipaje se refiere intentando evitar que nos claven algunos de sus famosos suplementos con los que suelen costear sus bajos precios. Afortunadamente contamos con nuestros asesores de vuelos Jose Luis, Jose Manuel y nuestra viajera favorita, Cristina, que nos han echado una mano en todo el proceso.
La idea era volar a Oslo pero vista la diferencia entre volar a Oslo o a Estocolmo y, sobre todo, entre alquilar un coche en Noruega o hacerlo en Suecia, la decisión fue definitiva, alquilamos en Suecia e iniciamos ruta desde las afueras de Estocolmo lo que supondrá 500 km más y pagar la mitad por el alquiler del coche.
Empezamos las esperadas y necesitadas vacaciones con nuestra llegada al aeropuerto con el mayor tiempo posible, gracias a Jose Manuel que nos llevó ;-), para ser de los primeros en facturar y pasar a la zona de embarque dónde, después de una comida sencillita pues la T2 no da para mucho dónde elegir, nos situamos en la larga cola para embarcar con Ryanair. Allí, eficiente y vigilantes azafatas/os recorrían la fila para comprobar documentación y detectar, cajita de cartón en mano, las pobres maletas que pudieran superar las estrictas medidas del equipaje de cabina. No hace falta decir que a nuestros ojos todas parecían enormes pero superamos la puerta sin problema alguno.
Entramos al avión y, siguiendo las amables instrucciones del asistente de vuelo indicando que nos pusiéramos al fondo porque en Skavsta abrirían ambas puertas, nos sentamos en la derecha del avión por sugerencia de nuestro experto en vuelos, Jose Luis, que después de valorar la hora y la dirección del vuelo, nos indica que esa será la mejor orientación para hacer fotos. Y despegamos...
El vuelo fue estupendo, amenizado por el ir y venir de las azafatas ofreciendo desde bebidas y aperitivos hasta perfumes varios, dejando de lado esta vez los cartones rasca-rasca que ofrecen en otras ocasiones disfrazadas de ayuda humanitaria. El tiempo de vuelo parece que se cumple a pesar del comentario furtivo que pillamos entre dos asistentes acerca de un posible retraso por una tormenta, cierto que las nubes cambiaron del radiante blanco a un amenazador gris oscuro pero sin incidentes a destacar.
Llegamos al aeropuerto alternativo de Estocolmo bajo una ligera lluvia y una agradable y bastante fresca temperatura, después de recoger nuestras maletas nos dirigimos a superar nuestra primera prueba, recoger nuestro coche de alquiler entendiendo las explicaciones del amable sueco que nos atiende con mis nuevos y aún insuficientes conocimientos del inglés ;) Todo sale bien, me entiende, le entiendo y me explica que nos han aplicado un upgrade así que en lugar de proporcionarnos el esperado Golf o similar (sabed que iba dispuesta a pelearme con ellos para que no me colocaran uno más pequeño) nos comunica que tenemos esperando un Renault Megane lo cual ya se convierte de bueno a óptimo al descubrir que es un modelo tipo familiar y granate, lo que ilusiona especialmente a Miriam.
Con mi chófer particular, que se hace con el coche sin ningún problema, llegamos al Ibis en el que teníamos habitación reservada para disfrutar de un buen baño y una primera noche de descanso.
Acabaré la entrada comentando que justo antes de irnos a dormir aparece el primer problema, justo cuando a Carlos le da por leer la versión en español del contrato de alquiler del coche donde dice literalmente que el coche no puede salir de Suecia sin el permiso por escrito de la compañía a pesar de que en las condiciones de compra explicitaba que Noruega era uno de los países permitidos para nuestra compañía. Pero eso... eso será tema de la próxima entrada.
Un abrazo muy grande y os esperamos.
Bueno !!!!
ResponderEliminarSe ha hecho esperar pero por fin llegó el blog, tachin tachin !!!
Me vais a perdonar , pero esto me sabe a pequeña revancha, que luego nos exigen a nosotros entradas diarias en unas condiciones que van de lo difícil a lo imposible, aunque desde aquí he de agredecerte que hasta en nuestro último blog de viajes hicieras de administradora del mismo...
Bien habéis sobrevivido a vuelo largo con Ryanair esto ya empiezan a parecerse a unos galones viajeros...
A mandad y pedid por esas boquitas cuantos consejos sea posible daros, con mucho gusto iran pará allá arriba, por cierto eso de defenderse con el inglés irá a mas ya verás a medida que pasen los dias.
Carlos y Miriam superararon esas horas de viaje sentaditos en esas butaquitas de esos aviones de nuestra querida compañia, jejeje...
<y por lo que veo no sois parcos en anecdotas viajeras, aaaaaaaaaaay ese contrato de alquiler, traidores....en fin superar estas pruebas es lo que nos hace curtirnos como viajeros...
Un superabrazo y besos de los 2
Ah !
Y esta vez me hace mucha ilusión estrenar comentarios
Bueno por suerte sé que estáis en Noruega así que esta historia tiene final feliz, jeje!! Espero que no os costara muchos dolores de cabeza.
ResponderEliminarSin palabras para lo de ryanair...
Un abrazo!!!
Por cierto mami, qué hippie en la foto! guapísima! y la peque tb... ¿y el conductor? ¿la pieza más importante del viaje? ni una foto!!!
ResponderEliminarJajajajjja!!! Vaya dos pidiendo ;) El conductor conduciendo :P
ResponderEliminarMañana espero pillarlo desprevenido y que sonría en alguna.
JL, ya sabes que no soy nada exigente en cuanto a vuestros blogs viajeros, de hecho, si necesitará currármelo tanto como vosotros no tengo claro que los hiciera.
Un abrazo a todos.
Je je je
ResponderEliminarSi es que ya lo sabia, pero quería verlo escrito por ti. NO se si no lo harías, al final es algo adictivo que se echa a faltar.
Y por cierto algo de exigencia, en calidad , pero no en velocidad, ya va bien,vale ?
Relajaros a tope, y a ver si en la próxima entrega vemos a Carlos, aunque no se si al final habréis ido en coche o en autoestop por problemas de contrato de alquiler, ay ay ay ay.
Besos y un abrazo